viernes, 27 de enero de 2012

Una calle de París.

Me gustaría poder decirte un par de chorradas, de esas que te hacen sentir bien. Y mirarte a los ojos hasta que mi cara de tonta te haga sonreír un poco, si quieres. Podríamos cambiar una tarde de domingo por otra de viernes. Por una tarde cualquiera con algo de sol.
Y dejar los malos ratos escondidos debajo de la cama, ya sabes.
También podríamos buscarnos en las estrellas, o prometernos ver juntos cada constelación sentados bajo un banco de Central Park.
Y besarnos mientras la luna nos espía en alguna calle de París.

No hay comentarios:

Publicar un comentario