jueves, 23 de febrero de 2012

Su olor.

La noche que tú y yo dejamos de ser tú y yo definitivamente. Tu aspecto era el mismo de siempre , mientras que el mío daba a entender por lo que estaba pasando. Esos putos aires de despreocupación propios de ti no te dejaron ver más allá de la indiferencia que mostrabas al mirarme. Sentado con las manos cruzadas , como de costumbre , me mirabas mientras yo lloraba a mares , y lo cierto es que te dio exactamente igual que me estuviera apagando poco a poco delante de tus narices. Entonces te creíste con el derecho de cogerme la mano , mientras yo hacia todo lo posible para evitar el contacto con tu piel. Fue corto pero intenso , lo que duraban nuestros besos pero esta vez multiplicados por mil , dejaste caer un último '' te quiero '' tal vez el menos creíble de todos , pero desde luego el más doloroso. Y me llegó tu olor , y lo entendí, ese olor ya no era mio.

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